
Durante 19 años desempeñó cargos públicos en instituciones del Estado colombiano (Una de ellas Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis-Director) con injerencia en el desarrollo rural y medio ambiente. Hasta ahí una carrera exclusivamente burocrática.
En el año de 1991, en cumplimiento de una consultoría para el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) cuyo propósito fue investigar la problemática de territorios indígenas, tuvo la oportunidad de participar por primera vez en una ceremonia de yagé (ayahuasca) en el Putumayo (Amazonia colombiana) dirigida por un taita indígena. Esto marcó el comienzo de una ruta que aún no ha finalizado: su camino espiritual.
A partir de esa primera experiencia trascendente, el fluir de su existencia lo llevó a mantener una constante interacción con culturas indígenas, especialmente de la Amazonia. En las selvas del Putumayo continuó concurriendo a rituales de ayahuasca. Luego, en el centro del Amazonas colombiano conoció el Ritual sagrado de la Palabra o mambeo que se sirve de tres pantas sagradas: tabaco (ambil), coca (mambe) y yuca dulce (caguana). Este nuevo regalo de los hermanos indígenas fue el óptimo complemento del yagé. Allí de boca de los ancianos mambeadores recibió el consejo de incorporar en el Ritual del mambeo la palabra no institucionalizada de Jesús buscando una relación directa con él, que posteriormente se logró gracias a la ayuda del ayahuasca.
Sobre esta recomendación y en un continuo de experiencias ha venido impulsando el reconocimiento y la adopción mental – espiritual del mestizaje como una opción para enriquecer el sentido y la calidad de vida de las naciones americanas que cuentan con poblaciones genéticamente mestizas.
Más adelante (año de 1995) asumió la dirección del Jardín Botánico de Bogotá y allí, además de las funciones convencionales de esa institución, con la colaboración de aborígenes del amazonas, adelantó la construcción de una maloca – casa de pensamiento, casa de palabra de vida – y emprendió la divulgación de los conocimientos ancestrales. Esto implicó que en el territorio de Bacatá (hoy Bogotá) se iniciara una dinámica de construcción de numerosos templos ceremoniales y, también, de reconocimiento de la vertiente ancestral como parte fundamental del mestizaje colombiano.
Subsiguientemente, ha venido acompañando esfuerzos de restauración de la cultura Muisca, que fue la pobladora inicial de este territorio pero que desapareció como consecuencia de la invasión española. Punto central de este cometido ha sido la realización de rituales de palabra acompañados de sustancias y plantas sagradas como el yagé, el ambil, la ambira, el hayo y el mambe.
Realizó un ciclo ininterrumpido de rituales sagrados de palabra en el municipio colombiano de Tabio (Cundinamarca), que se extendió durante tres años, hasta finales de 2017. En este ritual, que se extiende por varias horas, se alcanza la conexión con el Maestro Interior (Yo Superior), con Jesús y con los grandes maestros ancestrales de las culturas aborígenes. Esto posibilita un continuo aprendizaje hacia el despertar a la vida (sin muerte) tal como realmente fue creada. Con esta Luz se abordan temas como el viaje interior al despertar, el perdón, la sanación del pasado, la pareja, la familia y las relaciones en general, con muy buenos resultados. En tales eventos se utilizan plantas y sustancias sagradas como medios para acrecentar la conciencia y situar la palabra en el nivel de lo sagrado, siguiendo el método del mambeo o Ritual de la Palabra.
En el mes de octubre de 2017 estuvo en Costa Rica, junto con sus dos hijas, Selene y Oriana, efectuando ceremonias y rituales como los antes descritos, con excelentes resultados.
Actualmente se dedica a lo mismo, pero en la municipalidad de Ráquira- Adicionalmente, desde hace 7 meses, imparte contenidos a dos chats, utilizando WhatsApp, que se denominan: Sendero del Despertar y Círculo de Palabra de Ráquira. En estos participan varias personas costarricenses.
Importante hacer la aclaración de que Hilario no es un chamán sino una persona que cuenta con fundamentos espirituales que pone al servicio de los demás, rigiéndose por el principio de que se aprende enseñando y, en consecuencia, de que entre más se enseña más se aprende. Las enseñanzas que imparte son experienciales e inspiradas en la sabiduría indígena, en el Maestro Interior y en Jesús como hermano mayor. A esta función ha dedicado más de dos décadas, compartiendo con numerosas personas, no sólo en diferentes ámbitos del territorio colombiano.